Por un agujero de su bolsillo se le perdieron uno tras otro bienes, logros y amores.
Y buscando la última migaja asomaron sus dedos por el roto.
Entró el sol.
Entró el aire.
Supo todo lo que era cuando nada ya tenía y continuó caminando sin hilo ni aguja.
Victorioso.
VOLVER A FOTOGRAFÍAS <<< FOTOGRAFÍA ANTERIOR FOTOGRAFÍA SIGUIENTE >>>